viernes, 27 de junio de 1980

Crazy Little Thing Called Love.

Título: Crazy Little Thing Called Love
Autora: Nessie Kenobi
Plot/Parejas: Frerard






1.







Él se levantó como solía hacer normalmente, aunque no era un día corriente. 
Su humor se mostraba igual que el día, radiante y alegre.
Comenzaría un nuevo trabajo en la clínica psiquiátrica más importante de toda New Jersey, y como bien había hecho notar el Dr. Bryar durante la llamada de media hora que mantuvieron "haciéndose cargo del problema más difícil que se nos ha presentado en nuestra ilustre clínica".
Podía sonar extraño, incluso algo delirante, pero a él le encantaba su trabajo.

Tras haberse cambiado, duchado y desayunado, partió hacia al que sería su nuevo lugar de trabajo.
La clínica era tal y como la había esperado: paredes blancas, de un blanco tan impoluto que parecía brillar, silencio por casi toda la clínica y una sencilla recepción - también blanca - a la entrada.
Tras haberle dedicado una de sus mejores sonrisas a la enfermera que allí se encontraba, preguntó con la mayor amabilidad de la que fue capaz por el Dr. Bryar.
Ella lo condujo a través de una serie de intricados pasillos blancos, todos iguales, entres los que rápidamente él se perdió.
Finalmente llegaron ante la única puerta de color caoba de todo el recinto. Ella se plantó delante de la puerta, y tras llamar dos veces, entró con paso decidido, dejándolo fuera por breves instantes.
Volvió a salir y le indicó que entrara, perdiéndose ella de nuevo entre los blancos pasillos de la clínica.

Bien como él se esperaba, el despacho no era blanco, más bien todo lo contrario.
Las paredes estaban forradas de madera, por lo que no eran blancas, al igual que el suelo. Frente a él se mostraba el escritorio más suntuoso que sus ojos había visto jamás, demasiado brillante y elegante. Tras él se encontraba el hombre que lo había llamado, el Dr. Bryar.

- Buenos días señor, soy el Dr. Iero, creo que usted me ha llamado, he acudido lo más rápido que he podido.

- Oh, Iero, precisamente ahora le estaba esperando. - Se levantó con una amistosa sonrisa dibujada en su rosotro. - Llámame Bob - dijo tendiéndole su mano. - ¿Y tú eres...?
- Frank Iero, señor...Bob - dijo reemplazando lo último que había dicho tal y como le había pedido el Dr. Bryar.
- De acuerdo, te llamaré Frank, si no te importa, ya que a partir de ahora nos vamos a ver bastante por aquí.
- Por supuesto - afirmación a la pregunta del Dr. Bryar.

Tras esto, el Dr. Bryar lo condujo fuera del despacho, otra vez por los blancos pasillos de la clínica, que hacían que el lugar pareciera un verdadero laberinto, aunque parecía que Bob se conocía todo el lugar a la perfección.

Le mostró varias habitaciones, dónde se encontraban los internados. No era una imagen muy alentadora.