miércoles, 17 de julio de 1985

Whatshisname.

Y una vez más, me siento a escribir.

Podría hablar de mí aburrida y traumática infancia.
Podría hablar de los desastres que se han presentado a lo largo de mí vida.
Podría hablar de mi monótono presente o de mí temprana maduración apartándome antes de lo deseado de la infancia.

Pero no, hoy no hablaré de nada de eso.
Hoy solo hablaré de "ayer".
Un ayer no muy lejano, pero lo suficiente como para no poder ser llamado "ayer", pero yo lo sigo llamando así por no saber que otro nombre otorgarle.

Él, él había aparecido en mí vida, dándole un "antes" y un "después".
Lo recuerdo con una claridad tan intensa que al cerrar los ojos puedo ver cada centímetro de su piel grabados a fuego en mi mente, pero jamás he logrado volver a recordar su nombre.

Esta razón me ha obligado a hacerme creer que tanta perfección se debía a que él era producto de mí imaginación, pero al ver todas sus fotos, todos los recuerdos almacenados en mi mente, el dolor que se ha ido acumulando en mí interior desde el momento en el que desapareció como si nunca hubiera existido...me hacen ver la realidad.

Estaréis pensando que esto de escribir un diario es una pérdida de tiempo (sí, realmente no sé a quién le estoy hablando, supongo que a la persona que algún día se siente a leer estas estúpidas palabras), pero la estúpida de mi psicóloga piensa que tengo un problema mental, me hace creer que él sí que ha sido un mero producto de mí mente, y me ha mandado escribir este diario para que pueda desahogarme a mí antojo.

Y ahora me pregunto yo: ¿Quién eras realmente? ¿Por qué recuerdo todo de tí menos tu nombre?

Si supieras realmente lo que me hace sufrir no saberlo...