domingo, 27 de junio de 2004

Broken Dreams of a Drug Addict.

Título: Broken Dreams of a Drug Addict
Autora: Nessie Kenobi
Plot/X: Original






1.





No recuerdo cuánto tiempo llevo plantado en esta nefasta tierra, no recuerdo cuando la vida perdió su sentido. Tal vez en el momento en el que la adicción se apoderó de mí, tal vez en el momento en el que el amor se entremezcló con la obsesión, con la turbulencia de mis pensamientos.

Para empezar, podría decir que mi vida nunca ha sido nada bonito, nada bueno, nada digno de escuchar, nada de lo que poder hablar. Problemas, problemas y más problemas. Pero claro, ¿quién no tiene problemas en su vida? Todos tenemos problemas, algunos más grandes que otros, pero por lo general, solemos encontrar la solución a todos ellos, tarde o temprano.
Mi problema era de gran envergadura, y lo peor de todo, es que dudaba que tuviera solución.

Todas las mañanas era lo mismo: me levantaba, normalmente tropezaba con una gran cantidad de objetos regados por el suelo de toda mi casa, especialmente en el dormitorio en el que solo tenía un desvencijado colchón en el suelo y un destarlatado armario medio vacío, conseguía vestirme no sin cierta dificultad, intentaba tragarme un insípido café casi siempre sin éxito y salía a la calle, a la busca de esa felicidad que para mi venía en forma de polvos blancos. Era un maldito adicto. No tenía solución.

Con todo esto quiero decir que no tenía esperanzas de futuro en mi vida. Más bien, todo era como un gran agujero negro, la rutina siempre igual, tan dolorosa, tan delirante. Muchas veces olvidaba dónde estaba, que era lo que hacía, incluso olvidaba quién era. Mi cerebro, todo mi cuerpo, exigía droga. Y si no lo hacía con frecuencia, me volvía absolutamente loco, fuera de control, sin ninguna clase de consciencia sobre mis actos. No era una vida feliz, ni cómoda, pero francamente, no conocía otra clase de vida.

Quiero contar todo esto como desahogo personal, no como algo que pueda ser publicado como cualquier best-seller, como cualquier gilipollas que sale de la droga, escribe un libro y lo publica como si fuera una gran proeza. Vale, conseguir salir de este mundo es una tarea heroica, pero no es para encontrar la fortuna de tu vida hablando de ello, tampoco es nada agradable de lo que hablar o algo que merezca la pena escuchar. Además, yo jamás he dejado este mundo, por lo tanto esta historia podría estar incompleta, incluso careciente de sentido viniendo de una persona que en más de la mitad de su vida no tenía consciencia de sus actos. La droga es el peor de los vicios, el que más puede dañar a una persona, tanto física como moralmente o todo lo que quieran, modifican a una persona en todos los aspectos posibles. Acabas siendo otra persona por completo, si no, pregúntenmelo a mí. Si no me creen, pueden acudir a mi madre. A veces me siento como un completo idiota por todo lo que hago, muchas veces intento dejar todo esto por ella. Pero a pesar de mi determinación, todavía soy incapaz. Realmente se me parte el alma al verla sentada en el sofá de su sala de estar con un álbum de fotos en su regazo, un día sí y otro también, llorando por mi como si estuviera muerto desde hace mucho tiempo, como mi padre.




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