jueves, 21 de junio de 2001

Whatsername.

7.






Qué estupidez, enamorarse a primera vista.

Sí, eso era lo que pensaba yo.
Tampoco es que pensara demasiado en el amor, eso nunca estubo echo para mi.
Yo prefería pensar en otras cosas, hablar de otras cosas. Escribir canciones sobre otras cosas.
Jamás pensé en enamorarme, y menos, a primera vista y en un concierto de Green Day.
Era lo menos que esperaba.
Pero yo empezaba a aprender que el futuro era muy incierto.

Tal vez no sea la primera vez que alguien habla de esta historia, tal vez hasta lo haya echo ella, que sé yo, o cualquiera con un poco de lengua habría preguntado, pero tal vez necesito escribir esto para desahogarme por una vez en mi vida en algo que no sea la música. Comienzan a acabárseme las palabras en las canciones que escribo sobre ella...a pesar de que ni siquiera recuerdo su nombre, lo que más me atraía de ella. 
La recuerdo como si la tuviera delante, como si estubiera tocándola, como si estubiera respirando el mismo aire que ella.
Pero simplemente, no está.
Y así es como termina esta historia, aunque lo que me desahoga por momentos, lo que me hace sentir realmente bien, lo momentos de mi vida que me inspiran, son los momentos que pasé con ella.
Y, especialmente, el día en el que la conocí, como ya he dicho antes, en el momento y en el lugar en el que menos esperaba encontrar al amor de mi vida.


Subimos al escenario, un sábado por la noche.
Gritos, mucho ruido, mucho alcohol, mucha gente.
Ello me dio seguridad, tengo que decirlo.
Tener fans es una de las cosas más maravillosas del mundo, tener a gente dispuesta a hacer cosas que a simple vista parecen imposibles solo por acudir a un concierto de la banda a la que idolatran, es indescriptible.

Y entonces, fue cuando la vi.
Intentaba pasar desapercibida, intentaba...tal vez intentaba no estar allí, se le notaba a simple vista, o tal vez solo era mi forma de ver las cosas, pero así la sentía.

Jamás había visto una chica como ella, y menos a alguien tan desanimado en un concierto. Intenté ignorarla, verla como a cualquier persona en esa inmensa masa de gente, pero simplemente, no fui capaz. Tenía algo que me atraía, que captaba mi atención.

Y sin ni siquiera darme cuenta, me encontré mirándola cada vez que tenía oportunidad, estudiándola con detenimiento.

Y fue cuando ocurrió.
Fue cuando me enamoré.

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