martes, 26 de junio de 2001

Whatsername.

2.






Y así como empezó, acabó el concierto, yo convencida por completo de que esa banda me había calado más hondo que cualquiera otra que hubiera escuchado antes, convencida de que no había otro hombre en el mundo para mí que el propietario de esos ojos verdes que no me habían dejado de mirar en todo el concierto, que me habían cantado las mejores canciones de mi vida, que habían cantado LAS canciones que tranquilamente podrían hablar de mi vida, de como me sentía, de lo que quería hacer...canciones que parecían echas especialmente para mí, canciones únicas.


Me llamaron, pero yo no escuché nada, no escuché a nadie. 
Todavía tenía SU voz en mi cabeza.
Todavía lo tenía en mi cabeza.

Y justo cuando me dí la vuelta para acudir junto a mi pequeño grupo de amigos, volví a tropezar con los ojos verdes que estaban en ese exacto momento en mi mente.
Solo que ahora reales, enfrente de mi, atravesándome por completo.

Intenté pasar por su lado, intenté que pareciera que lo estaba ignorando, intenté mostrar indiferencia frente a él, pero no me dejó pasar, simplemente se atravesó delante de mí, haciendo que pareciera pura coincidencia, como si esperara que le hablara, como si esperara que me dirigera a él.
Lo miré una vez más, y pensé rápido y fríamente para intentar decirle algo que tuviera sentido, algo que se apartara de su boca, algo que se apartara de sus ojos verdes, algo que se apartara de pedirle que me gritara hasta que mis oídos sangraran, porque por patético e ilógico que sonase, era lo que tenía ganas. 
De que me gritara, de que me gritara hasta que me sangraran los oídos, que me gritara sus canciones, que me gritara cualquier cosa que me hiciera sentir viva, que era lo que me hacían sentir todas esas canciones que tocó en aquel local, que se convirtió para mi en el lugar más especial de mi vida.
Me miró una vez más, y me dí cuenta de que estaba tardando demasiado tiempo en decir algo, que llevaba demasiado tiempo parada delante de él, como esperando a algo.

- Muy buen concierto - intenté sonar impersonal, pero me salió como si me estuviera ahogando, o al menos, eso me pareció a mí.
Esbozó una sonrisa.
- Gracias - de repente, me cogió de la mano. Me puse nerviosa, pero al acto me dí cuenta de que era porque estaba a punto de tirar el vaso de plástico que llevaba en la mano, pues mi pulso no se mostraba demasiado firme que digamos.
Me reí, me sentí idiota por ambas cosas. Por reírme y por ser tan triste de ponerme tan nerviosa frente a un chico. Porque no podía decir que él fuera especial, era como yo, como cualquiera...solo que me había transmitido algo esa noche que no me había transmitido nadie más.
Pero intentaba convencerme a mi misma de que eso no era razón suficiente como para ponerme como un flan cuando lo viera llegar. Aunque mis convencimientos no eran suficientes, cualquiera se podía dar cuenta de ello, hasta él, lo sabía.
- ¿Estás bien? - me miró de una forma con la que podría desarmar a cualquiera si quisiera.
- S-sí...estoy perfectamente - cogió el vaso que tenía en las manos, puesto que mi pulso no había mejorado en absoluto, y me sostubo por un brazo.
- ¿Puedo preguntarte una cosa? - dije de golpe, inconsciente de lo que estaba diciendo.
- Por supuesto.
- ¿Como haces para escribir esas canciones? Bueno...quiero decir, si las escribes tú, o quién las escriba...¿como las hace? - en el acto me arrepentí de esa pregunta tan estúpida.
- ¿Quieres saberlo? - se rio, como si eso fuera lo más simple del mundo. Bebió de mi vaso, de la cerveza helada.
- La verdad...es que sí.
- Entonces, solo ven conmigo - se apartó de mi pero tan solo para tenderme la mano. Toda la rebeldía que había transmitido a los demás en el concierto pero que a mi me había parecido algo tan personal, se esfumaron al acto, para dar paso a otra persona, a otro chico completamente distinto, pero que no dejaba de gustarme en absoluto, seguía siendo él...solo que de otra forma.

Y yo, simplemente, tomé su mano. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario