lunes, 25 de junio de 2001

Whatsername.

3.






Me llevó al backstage, solitario pero lleno de cosas hasta arriba.
Me apartó en un rincón, dónde vi una guitarra gastada, llena de pegatinas por todos lados, casi sin ningún espacio en blanco, pero que pude llegar a saber que era de color azul.

Me invitó a sentarme, y se sentó delante de mi.
Tomó la guitarra, y lo siguió un pequeño espacio de tiempo silencioso, el mirando hacia la nada y yo observándolo detenidamente.
De golpe, me miro.
Su mirada volvió a encontrarse con la mía haciendo que una nueva oleada de sentimientos me llenara por completo.

Pero no duró demasiado, separó su mirada de la mia casi al acto.
- Bueno...pues la verdad es que no tengo un sitio específico para escribir canciones, cualquier lugar tiene...no sé, tiene su esencia, cuenta su historia. Tan solo necesito saber que es lo que quiero hacer, que es lo que realmente necesito escribir, y mi guitarra. A partir de ahí todo sale de mi mente.

Lo miré durante un rato más, embelesada.
Hacía que todo pareciera demasiado sencillo, le restaba tal importancia que parecía que cualquiera sería capaz de coger una guitarra y componer esas canciones que componía él. Y lo decía con una sinceridad que te convencía, aunque yo sabía perfectamente que eso no era así, si no al contrario.
Componer es complicado, y más hacerlo como lo hacía él, al detalle todo.
- ¿Sabes? Te diré la verdad. Jamás os había oído, jamás me había interesado por oíros, realmente. He venido por casualidad, un golpe del destino. Pero creo, sin lugar a dudas, que este ha sido el mejor concierto que he visto e oído en toda mi vida, y quiero decir que no he ido a pocos conciertos.
Rió, como si nunca le hubieran dicho algo parecido.
- Me alegra saber que te ha gustado, al igual que me alegra saber que nunca antes habías escuchado Green Day.
- ¿Te alegras por ello?
- Sí...la verdad es que las cosas ya no son como el principio. Tener fans es algo realmente maravilloso, pero no sé, al principio siempre me gustaba encontrarme con gente a la que poder enseñarle lo que hacíamos y opinar, ahora simplemente todo el mundo nos conoce. A unos les gusta, otros nos odian. Pero nadie nos ignora. Eso me gusta y me desagrada al mismo tiempo, pero me alegra saberlo solo por esa simple razón.

Volvimos al silencio, solo que esta vez, cada uno estaba inverso en sus propias cavilaciones. Ni siquiera le miraba, ambos mirábamos al suelo.

- ¿Podrías tocarme algo? - seguía mirando al suelo, tampoco me atrevía a volver a mirarle a los ojos. No dijo nada, solo sentí como dejaba la guitarra eléctrica a un lado para tomar una acústica que tenía allí también.
Levanté la vista, pero no le miré a los ojos, no esta vez.

Comenzó a tocar, pero se equivocó un par de veces antes de empezar, lo que hizo que terminara levantando la vista completamente hacia él.


Another turning point, a fork stuck in the road.
Time grabs you by the wrist, directs you where to do.
So make the best of this test, and don't ask why.
It's not a question, but a lesson learned in time.

It's something unpredictable, but in the end is right.
I hope you had the time of your life.

So take the photographs, and still frames in your mind.
Hang it on a shelf of good health and good time.
Tattoos of memories and dead skin on trial.
For what it's worth, it was worth all the while.
I hope you had the time of your life.

I hope you had the time of your life.


Acabó, no dije nada.
Apartó la guitarra de nuevo y me miró interrogante.
- Es la primera vez que toco esta canción delante de alguien, todavía no está perfecta, pero creo que dentro de poco la tendré lista.
- No está perfecta...es perfecta, en serio, creo que jamás he escuchado algo parecido...¿por qué me la has enseñado?
- Realmente no lo sé, tal vez, por el hecho de haber sido hoy distinta al resto de público, por ser especial, quería enseñarte esto, y de verdad me alegro de que te gustara, era lo que necesitaba escuchar. Por cierto...¿cuál es tu nombre?

Me callé un rato, porque me acababa de dar cuenta de que ni siquiera nos habíamos presentado. Le dije mi nombre, o al menos de la forma de la que me llamaban mis amigos.

- Tu nombre es realmente increíble.
- Es simple.
- No, en absoluto.
Sonreí, entre halagada y extrañada, nunca nadie había dicho nada bueno de mi nombre. Como ya he dicho prefiero tener mi nombre en el anonimato durante esta historia, por lo tanto, no lo diré.
- ¿Tú como te llamas? O al menos...¿cuál es tu verdadero nombre?
- Me llamo Billie, Billie Joe. Tampoco esperaba que lo supieras, pero como puedes ver, tampoco es un nombre simple, pero es mi nombre real.
- Si mi nombre es increíble, ¿qué es el tuyo, Billie?

Ambos nos reímos, aunque creo que ninguno de los dos sabía bien por qué.
Al acto, nos callamos, nos acercamos. Tan cerca estábamos que pude sentir su aliento tan cerca de mi, tan...¿insinuante?

Inconscientemente apoyé mi cabeza sobre su hombro, sentí su mano rozando mi cabello. Cerré los ojos, me dejé llevar por esa simple sensación, sabiendo que estaba conociendo una parte de él a la que nadie podía llegar, o que al menos él no le mostraba a cualquiera.
Volví a sentirme igual que en el concierto. Única, especial, como si el mundo estubiera hecho a medida para mí.

Pero de lo que todavía no me había dado cuenta, es que ese era el efecto que tenía sobre mi Billie Joe Armstrong.

No hay comentarios:

Publicar un comentario