Bueno, antes de subir el capítulo número once, me apetecía escribir algo, ya que nunca lo he hecho y también porque ahora tengo algo digno de mención que comunicar. Bien, si es la primera vez que te pasas por aquí, quizás no te extrañe, pero si eres un visitante frecuente, tal vez has podido comprobar que los primeros capítulos del fanfiction ahora cuentan con ilustraciones que corren a mano de mi maravillosa Gema Bellamy - sí, la misma que está debajo de mi foto en tu derecha, en la pantalla -, y que con suerte, pronto todos los capítulos contarán con una. Por lo de pronto, este nuevo capítulo ya cuenta con su respectiva ilustración que espero que os guste y os emocione tanto como a mi (: Sin más, me despido, no sin antes pediros como siempre que comentéis y que lo disfrutéis. Ah, y creo que nunca lo he dicho, pero se admiten sugerencias.
Y ahora no os haré esperar más, aquí está el capítulo número once.
11.
Cuando
sonó el timbre que indicaba el fin de las clases, Matt no se podía
acabar de creer lo que estaba oyendo. Tenía la sensación de llevar
sentado en esa maldita silla como mil años. La mañana había sido
extremadamente aburrida; él, como siempre, se había entretenido
garabateando frases sueltas en su cuaderno. Probablemente algún día
acabarían siendo parte de alguna canción, pero las clases hacían
de él de todo menos activar su creatividad, aunque en él ésta
abundase.
Cuando
salió al pasillo no encontró ni rastro de Dom, y tampoco de Chris,
lo cual ya era extraño, pues Chris no era un hombre fácil de perder
de vista. Suspirando, se dirigió hacia su taquilla para dejar sus
libros. En la taquilla que se encontraba al lado de la suya se
encontraba Brandon, uno de los chicos que había ido a pasar el fin
de semana al bosque con ellos. En cuanto Matt se acercó, se lo quedó
mirando con una expresión bastante curiosa, que Matt no fue capaz de
descifrar.
-
Hola – lo saludó, al ver que el otro no decía nada en absoluto.
-
Hola, Bellamy. ¿Dónde has dejado a Dominic?
- No
sé dónde está, supongo que ya se habrá marchado. - Lo cierto es
que había salido tarde de clase, y mucha gente ya se había ido a
casa.
-
¿Crisis de pareja, o qué? - Brandon comenzó a reírse como si
fuera el más gracioso de los chistes. Matt se lo quedó mirando
impasible, aunque por dentro, todos sus sentidos estaban en alerta,
pensando que tal vez alguien los había visto aquella noche, pues
Brandon había estado allí, y quién sabe cuántas personas más.
- ¿De
qué hablas?
-
Bueno, la otra noche...
- La
otra noche no pasó nada.
-
¿Ah, no? - Brandon se apoyó en la puerta de su taquilla, ya
cerrada, y levantó una ceja con aire divertido. - Entonces Dominic
nos engañó a todos.
-
Estaba demasiado borracho, apenas se mantenía de pie. Además,
seguro que nadie recuerda aquella noche; todo el mundo bebió.
- Ya,
pero yo la recuerdo. Y no estoy muy seguro de eso que dices.
- Por
favor, ¿qué te crees que somos?
-
Bueno...nunca nadie es lo que aparenta.
-
Olvídalo, Brandon.
Matt
se puso a buscar en su taquilla, dando por finalizada la
conversación. En el pasillo apenas quedaban ellos dos, y como
Brandon no le dijo nada más, pensó que se había ido. Para cuando
cerró la puerta de la taquilla y se giró, no pudo evitar soltar un
grito de sorpresa al encontrarse a Brandon justo delante de su cara.
- De
verdad que yo no me creo eso, Bellamy. - Apoyó las palmas de sus
manos en la taquilla, a ambos lados de Matt, dejándole sin
escapatoria. - Lo noto en la cara que pones cuando te saco el tema.
- ¿Y
a ti qué más te da lo que haya pasado? Es una tontería.
Brandon
sonrió de medio lado, de una manera que a Matt no le gustó nada.
- No
me esperaba eso de ti.
-
Apenas nos conocemos.
- Eso
es lo de menos.
Matt
tardó unos segundos en darse cuenta de por qué estaba en el suelo.
Brandon
se estaba llendo; le había dado un puñetazo en la cara. El suelo
estaba empezando a llenarse de la sangre que le caía de la nariz, y
aunque sabía que no podía hacer nada contra él, la rabia del
momento hizo que se levantase, fuese hasta donde estaba Brandon y
comenzase a pegarle, dándole puñetazos con todas sus fuerzas.
Lo
demás fue muy rápido: acabaron enzarzados en una auténtica pelea
donde Matt las llevaba todas de perder con una exagerada diferencia.
Si no fuera porque aún quedaban unos cuantos chicos por el pasillo
que corrieron a separarlos, Matt probablemente acabaría
inconsciente, o peor aún, en el hospital. Brandon no paraba de
lanzarle insultos mientras unos cuantos chicos lo estaban sujetando,
y la nariz de Matt no dejaba de sangrar. Simplemente lo fulminó con
la mirada durante unos segundos, y se marchó, pues decidió que no
merecía la pena perder el tiempo con semejante individuo. De todos
modos, mientras iba de camino a casa, con los auriculares de vuelta a
sus orejas y la música fluyendo nuevamente por su cerebro, no pudo
evitar echarse a llorar. De rabia, de impotencia, de un millón de
cosas más que no era capaz de expresar con claridad, que se
acumulaban en su interior y le aplastaban el alma sin piedad. Porque
tal vez era verdad, y tal vez estaba enamorado de Dom, aunque ni
podía ni quería admitirlo. Le daba miedo el hecho de que alguien lo
descubriera; de hecho, le daba miedo que alguien se enterase de por
qué se había peleado con Brandon, pero tal vez eso era irreparable.
La única esperanza que albergaba era que tal vez nadie le prestase
atención. O, en el peor de los casos, tendría que plantearse el
hecho de tener una novia. Aunque...¿quién iba a querer salir con
él? Ninguna chica se había fijado jamás en él, y dudaba que eso
pasase. Tampoco era algo que le quitaba el sueño, pero podía llegar
a comprender que alguien dudase de su sexualidad cuando jamás había
mostrado interés por esa clase de cosas.
Para
cuando llegó a casa, lleno de lágrimas y sangre, se alegró de no
encontrarse a nadie allí. Había una nota de su madre sobre la mesa,
donde le comunicaba que no iría a comer, pero que se había tomado
la molestia de dejarle la comida hecha. Mentalmente, le dio las
gracias a su madre, aunque al rato se dio cuenta de que no tenía ni
un poco de hambre: todas las ganas que había tenido a lo largo de la
mañana se las había quitado Brandon de golpe, literalmente.
Así
que simplemente se sentó en el salón, encendió el televisor y
trató de no pensar en nada; no merecía la pena.
Buah, Twans, cada vez estoy más enganchada a tu fic, tía es impresionante lo bien que escribes y, ahora, tendrá más estética con loa dibujos de la pequeña Sedeté, insuperable. Grandes las dos! <3
ResponderEliminar~Valentina Guzmán~
A mi Valentina bonita, me haces muy feliz cada vez que comentas (: Para este finde más, ya sabes. Supongo que te avisaré ;D
Eliminar¡Besos!
Aaa que genial el capitulo como el dibujo , me encanto todo y no puedo creer que matt se peleara y pobre de el . Aaaa enserio me encanta el fic , eres muy buena escribiendo enserio y bueno espero y subas pronto o bueno no importa que la sigas tarde con tal de que la sigas y no la dejes bueno adios O/
ResponderEliminarMe alegra mucho leer eso. Yo no me considero buena escribiendo, pero siempre me hace mucho bien que me lo digan, me levanta la moral (:
EliminarY no te preocupes que la seguiré, este fin de semana - o eso espero - más ^w^
¡Besos!
Ok, cuando pensaba que no podia amar mas este fic...aparece con Dibujos! *O* \o/ El capitulo fue triste :c pobre Matt! T___T hace falta Dom para que hable con él!! espero que salga en el proxmo! *-*
ResponderEliminarTodo se andará, no te preocupes.
EliminarMe alegra mucho que te agrade la idea de los dibujos, lo cierto es que yo estoy emocionada como la que más con la idea (:
Gracias por dejar tu marca siempre y este fin de semana podrás disfrutar de un nuevo capítulos.
¡Besos!
Maravilloso, como siempre :)
ResponderEliminar¡Muchas gracias, de verdad! (:
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