martes, 4 de enero de 2005

Inside You the World is Ending.

15.






- Me encanta que finjas ser alguien que no eres. - Dom decía esto medio riéndose, mientras llevaba a Matt de nuevo de la mano, este otra vez con los ojos cerrados, para no enfrentarse de cara a toda la marea de gente que aparecería en cuanto cayese el telón.
- Alguien tiene que hacerlo, y si no sois vosotros, tengo que ser yo.

Dicho esto, Matt se quedó callado, y Dom no añadió nada más. Le parecía justo, incluso razonable. De hecho, Chris y Dom habían acordado dejar a Matt hacer las cosas a su manera, pues cuando quería, se mostraba total y completamente seguro de lo que hacía, y siempre funcionaba.
Matt, por otro lado, estaba intentando una vez más vaciar su mente. Sentía la mano de Dom, otra vez, suave y con la palma ligeramente sudorosa de los nervios. Era agradable, atrayente. Era...era Dom, y Matt comenzaba a pensar que no había mejor explicación que esa.

De repente, volvieron a parar, pero esta vez, Dom no estaba tenso. Soltó su mano, pero solo para colocar ambas rápidamente sobre los hombros de Matt, una vez más.

- Confío en ti. - La voz de Dom contra su oído, susurrándole, sintiendo su cálido aliento, lo pilló desprevenido. Como un aleteo, sintió el roce de sus labios en la mejilla, muy cerca de los labios. Apenas fue un segundo, pero tampoco hizo falta más. Matt abrió los ojos.

Pero Dom ya no estaba allí.

Cogió aire, a pesar de seguir igual de viciado e irrespirable que hacía unos segundos. Tenía la guitarra a sus pies, su preciada guitarra. La tomó y se la colgó del hombro, comprobando que seguía igual de afinada que siempre, casi con placer. La música para él era lo más próximo a una experiencia religiosa. Podría estar toda la vida sin hacer nada más que tocar; él seguiría siendo feliz, incluso comenzaría a ser feliz.

Miró a su alrededor por última vez, sintiendo la omnipresente presencia de Gregory Jones ejerciendo presión sobre su propio ego. Pero ya no estaba asustando. Sabía que eso era para lo que había nacido, y que ya no había nada más en el mundo por lo que luchar con uñas y dientes. Enfrentó esta verdad con una sonrisa en la cara, y sintió que era capaz de encarar a más de un millón de personas formando una inmensa masa humana. Si se sentía capaz de eso, ¿por qué no iba a poder contra un puñado de personas que ni siquiera sabían lo que hacían?
Se giró solo una vez y lo vio sentado en la batería con una amplia sonrisa que a pesar de todo denotaba unos nervios que Dominic Howard jamás había sentido. Cuando se percató de la mirada de Matt, asintió ligeramente con la cabeza, como para transmitirle seguridad, y Matt le contestó levantando los pulgares, como para decirle que todo estaba bien, que no se preocupase, que la situación estaba controlada. Y lo cierto es que comenzaba a estarlo en serio.

Se giró al tiempo que caía el telón.

Todo estaba lleno de gente, mirando con una mezcla de deseo y curiosidad al escenario. Matt tragó saliva por última vez y se dijo que no tenía miedo, ni un poco.

- ¡Hola a todos, gracias por estar aquí esta noche! ¡Nosotros somos Muse y esto es Dead Star! - dijo Matt a gritos, haciendo emocionar a la gente sin explicarse ni él mismo el por qué.

Y entonces empezó la canción y el publico enloqueció.

Shame on you,
for thinking that you're an exception.
We're all to blame,
crashing down to Earth.
Wasting and burning out, yeah.
Fading like a dead star.
One is coming you way.
Yeah, is coming your way!

Miró de reojo a Gregory Jones y lo vio impresionado, cosa que no imaginaba posible en un rostro como el suyo, en una superioridad tan abrumadora como la que él tenía.
No pudo evitar sonreír. Con muchas ganas.

**

Las luces se apagaron, el concierto acabó. El público estaba eufórico, casi tanto como aquellos tres chicos que lo habían dado todo y más para convencer al mundo que eso era lo que mejor sabían hacer, y que lo hacían realmente bien. Y así, sudados pero sonrientes, entraron en backstage. Gregory Jones estaba allí, esperándoles, con unas cuantas toallas pequeñas en las manos que repartió entre los chicos.

- Enhorabuena, ha sido impresionante. Tenéis mucho talento.
- Gracias – contestaron al unísono.
- ¿Tenéis algún sitio al que ir ahora mismo? Porque os propongo algo. ¿Qué os parece si nos vamos a tomar un café y hablamos de vosotros y vuestro futuro?

El trío de exhaustos pero felices chicos intercambió miradas durante un momento. Algo muy importante podía cambiar esa noche, así, tan deprisa que daba miedo. No hacía falta hablarlo.

- Aceptaremos ese café encantados – Matt volvió a asumir su papel de líder y habló por lo tres, pero esta vez sabía que estaba diciendo lo que todos estaban pensando.
- Perfecto, os espero fuera, yo os llevaré hasta allí, no os preocupéis. Tenéis diez minutos.

Los chicos asintieron, sin terminar de creérselo.
Gregory Jones, por su parte, salió de allí con la sensación de que probablemente, había encontrado una nueva mina de oro.




2 comentarios:

  1. Habia extrañado este fic como no tienes idea! *---* pense que no volveria :,c
    Ame el cap!! *---* ya dieron el primer concierto!!
    espero otro cap #soon(?)
    Saludooos!! :3

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    1. ¡Muchísimas gracias por leer y firmar!
      Siempre volverá, no te preocupes, pero hasta que no tenga alguna que otra firma, me obligo a no subir, haha.
      Besos, y el nuevo capítulo ya está subido ^^


      B.

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