8.
Y allí seguía, cual ser inerte, sobre la cama sin
deshacer; boca abajo, con la ropa y los zapatos puestos. Matt se
acercó y lo llamó en voz baja, pero Dom ni siquiera se limitó a
contestarle. Tomó unos segundos agachado a su lado, y comenzó a
quitarle los zapatos. Luego, deshizo la cama y lo tapó, poniéndolo
boca arriba.
Dom apenas tenía los ojos abiertos, como si no fuera
capaz; Matt le tocó la frente y se dio cuenta de que tenía fiebre,
y de que así su estado tenía algo de sentido. Le quitó la chaqueta
y algunas mantas, y fue hasta la cocina, pensando en qué prepararle
para que se sintiera mejor. Encontró un sobre de sopa, y decidió
prepararla. Al menos, eso era lo que se hacía en casos como ese; así
que dejó el agua a hervir y subió arriba, a comprobar el estado de
su amigo.
Este estaba tiritando, pero al menos ya tenía los ojos
algo más abiertos. En el momento en el que entró Matt, levantó la
mirada y susurró algo parecido a “lo siento”, aunque Matt ni
siquiera se lo tuvo en cuenta. Se sentó a su lado, la espalda
apoyada contra la pared, y apartó algunos mechones de pelo de la
frente húmeda de Dom, el cual no hacía más que mirarle fijamente.
Fue ese el primer momento en el que Matt se planteó si
Dom recordaba algo, o es que simplemente estaba delirando debido a la
fiebre.
No es que fuera significativo, pero tenía una peculiar
forma de mirarle, como si quisiera decirle algo importante, pero sin
saber qué y sin llegar a dejarlo escapar de sus labios. Había algo
así como...¿deseo?
Era raro; era contradictorio.
- ¿Quieres que vayamos a ver a un médico...o algo? -
Matt intentó hablar para dejar de pensar, o al menos, para
concentrarse en otra cosa. Dom negó con la cabeza, apenas
imperceptiblemente. - En ese caso, será mejor que descanses. Me
quedaré por si necesitas algo, pero estaré abajo. Vuelvo en un
momento.
Bajó, y sirvió la sopa en un plato que llevó hasta
arriba, no sin dificultad. Dom se había sentado, sin explicarse Matt
como, pero allí estaba. Le dio el plato, pero él lo dejó en la
mesilla.
- Gracias, pero no era necesario.
- Al menos, intenta tomártela.
- Luego, ahora mismo está demasiado caliente. - Dom se
tapó hasta arriba, pero Matt le quitó las mantas. - Ay, ¿qué
haces?
- ¿No te han enseñado que no es bueno taparse cuando
se está con fiebre?
- Pero es que tengo frío...
- Ya, pero si te tapas, va a ser peor.
- Entonces, quédate aquí conmigo.
- Ya te he dicho que me iba a quedar aquí.
- Creo que no me entiendes. - Dom hizo un hueco en la
cama, y le dio unas palmaditas al colchón. - Quiero que te quedes a
dormir conmigo.
Matt miró al techo, preguntándose qué había hecho él
para merecerse eso, pero tampoco se negó, solo para que Dom no se
quejase. Éste, satisfecho, se volvió a acostar y apagó la luz. A
pesar de ser de día, las persianas estaban bajadas y la penumbra de
la habitación era propia de la más oscura de las noches. Y allí
estaban ellos: Matt mirando al techo, sin una pizca de sueño y con
la mente en blanco, para variar; y Dom, que tiritaba de vez en
cuando, pegado a Matt.
- Eres idiota. - Matt rompió el silencio de golpe.
- ¿Por qué dices eso? - contestó Dom en tono
ofendido.
- ¿A quién se le ocurre meterse en el agua en plena
noche, borracho y con ropa?
- A mí, a quién va a ser.
- Pues por eso te llamo idiota.
Dom rozó el cuello de Matt con la punta de la nariz, y
éste no pudo reprimir un escalofrío que cruzó toda su columna
vertebral. Se acordó del bosque, de Dom acorralándolo contra el
tronco del árbol en el que había estado, ardiendo, húmedo y
despeinado, borracho como nunca.
- Matt...
- ¿Qué?
- Nada...
- Dime.
- Nada, en serio.
Matt soltó un sonoro suspiro. Así era la vida con Dom,
al fin y al cabo. Era impredecible, y tanto podía ser asquerosamente
feliz como podía estar rompiéndose la cabeza con cualquier cosa.
Matt suponía que por eso se llevaban y se entendían tan bien: en el
fondo, aunque muy en el fondo, eran casi iguales. Y tal vez si la
vida le hubiera sido más favorable, Matt sería un poco como Dom,
tan feliz, tan...tan jodidamente inexpresable.
- Oye, Matt.
- ¿Ahora me vas a decir algo?
- Sí.
- ¿Qué?
- Quiero que me cantes algo.
- ¿Ahora?
- Sí. Y no te sonrojes, que te conozco. Tienes que ir
practicando.
Matt no se podía explicar como sabía que se había
sonrojado, pero así era. La sangre se había agolpado en sus
mejillas como si el resto del cuerpo se le hubiera quedado sin
sangre; el otro día, cuando había tocado y cantado para Chris y
Dom, estaba bastante bebido. Ahora que estaba en un estado total de
sobriedad, acostado en cama en un cuarto en penumbras con Dom, no se
sentía tan seguro de sí mismo como lo estaba en aquella tienda en
el medio de ningún sitio. Pero tampoco sabía decirle que no a Dom.
- ¿Qué quieres que te cante?
- Lo que tú quieras, pero algo.
A pesar de no verle, Matt se dio cuenta de que Dom lo
estaba mirando. Estaban frente a frente, a escasos centímetros el
uno del otro, como la otra noche, como la otra jodida noche que Matt
no era capaz de borrar de sus recuerdos.
Trató de no pensar: ni en eso ni en el hecho de tener a
Dom atravesándole con su candente mirada, tan cerca de él.
Y simplemente se concentró en la música, en lo que era
su vida entera y en lo que le ayudaba a seguir adelante cuando sentía
que no podía más, ni consigo mismo ni con la gente que le rodeaba.
Y, simplemente, surgió.
I
can't remember when it was good,
moments of happiness elude.
Maybe I just misunderstood.
All of the love we left behind,
watching the flash backs intertwine.
Memories I will never find,
moments of happiness elude.
Maybe I just misunderstood.
All of the love we left behind,
watching the flash backs intertwine.
Memories I will never find,
so
I'll love whatever you become,
and forget the reckless things we've done.
I think our lives have just begun,
and forget the reckless things we've done.
I think our lives have just begun,
I
think our lives have just begun...
Se cortó, cuando se dio cuenta de que realmente estaba
cantando eso en voz alta; se sentó, de golpe, como si estuviera muy
confuso.
- ¿Por qué has parado? Esa canción era maravillosa,
¿era tuya?
- S-sí...
- ¿Y por qué has parado?
- Porque no era lo que quería cantar. De hecho, no
quería cantar ninguna de mis canciones. No sé por qué lo he hecho.
- Oye – Dom se sentó a su lado, y apoyó su mano en
el hombro de Matt. Ese mero contacto volvió a provocarle un
escalofrío, como si le transmitiera electricidad a través de las
yemas de sus dedos. - No te tortures. Ha sido maravilloso, en serio,
me ha gustado incluso más que la otra. Quiero que se la enseñes a
Chris, y quiero que la trabajemos. ¿Tienes alguna más aparte de las
dos que nos has enseñado?
- Sí, claro.
- Matt, no sabes como me alegro de oír eso. Y gracias
por hacerme feliz, sé que no te agradaba mucho la idea de cantar y
aún así lo has hecho...
Y así, de forma espontánea, besó su mejilla. Las
mejillas de Matt se volvieron a sonrojar, y este se llevó la mano al
sitio donde segundos antes habían estado los labios de Dom, el cual,
ajeno a todo lo que estaba pasando dentro de su propia habitación,
se había vuelto a acostar y comenzaba a adormilarse.
Oh Dios mio!*-* estoy amando este fic con locura(?)<3 Espero el proximo cap pronto! Saludos! \o
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Son los comentarios como este los que hacen que siga escribiendo, gracias <3
EliminarDios, me encanta como escribes, en serio <3
ResponderEliminarEsto de los anónimos siempre me deja con una gran incógnita personal, pero me alegro mucho de que te guste como escribo, y espero verte por ahí en los próximos capítulos <3
EliminarHola \o/ jaja bueno primero que nada te juro que me encanto este capitulo claro como toda la historia la amo enserio jajaja Espero y la continúes pronto (:
ResponderEliminarClaro, a ver si con suerte puedo subir mañana. Muchas gracias por leer, por cierto. Si hay algo que mis fieles lectoras quieran, no tienen más que pedírmelo <3
Eliminartienes varias lectoras! UJU!
ResponderEliminarla he seguido y me ha encantado!
seguila!
Ahaha, ni yo me creo eso de tener varias lectoras, pero, ¡parece que es verdad!
EliminarEspero poder seguirla hoy :)
Saludos ^^