12.
Para
variar, Dom cumplió con su palabra y los estaba esperando apoyado en
el portal de su garaje, con esa permanente y blanca sonrisa suya.
Matt
fue el primero en llegar; no aguantaba estar más tiempo solo en su
casa. La nariz había dejado de sangrarle, aunque probablemente le
saldría algún moratón en la cara a lo largo del día. Llevaba la
guitarra colgada del hombro, dentro de su funda, y a pesar de todo lo
que le había pasado ese día, se sentía bastante bien: incluso el
Sol parecía brillar con más intensidad que de costumbre, cosa que
no hacía más que afirmar lo que ya había pensado muchas veces, y
es que el clima estaba siempre de acuerdo con su estado de ánimo.
Se
saludaron y entraron.
Dom
ya tenía la batería lista y las baquetas en el bolsillo del
pantalón. Matt dejó la funda en el suelo y sacó la guitarra, el
regalo más preciado que tenía. Se la había regalado su padre al
cumplir los catorce años, y no tardó demasiado en dominarla. En
comparación con el piano, tocar la guitarra era un juego para él.
Siempre estaba reluciente y bien afinada, de eso se encargaba todos
los días, la tocase o no. Dom la contempló ligeramente maravillado,
y así lo vio Matt cuando levantó la mirada.
-
¿Qué pasa?
-
Nada, que es preciosa. Solo eso.
-
Gracias. - Matt le sonrió, orgulloso.
-
Oye, Matt.
-
Que...
- Te
está sangrando la nariz.
Matt
dejó escapar una maldición, y se tocó la nariz. Efectivamente,
sangraba profusamente. Se sentó en el sofá que Dom tenía instalado
permanentemente en el garaje y buscó un pañuelo en los bolsillos.
Lanzó otro improperio cuando no encontró ninguno. Afortunadamente,
Dom le acercó uno. Le echó la cabeza hacia atrás, con delicadeza,
y le dio el pañuelo. Se quedó allí, a su lado, mientras la nariz
de Matt dejaba de sangrar, no sin tiempo.
-
Gracias – dijo Matt cuando la hemorragia hubo parado.
- De
nada. ¿Estás bien?
- Sí,
no pasa nada – mintió Matt. Le había mentido dos veces en menos
de tres días, y se sentía fatal por ello, pues aunque fueran
mentiras piadosas, y las dos tenían que ver con el mismo asunto,
jamás le había mentido, desde que se conocían.
-
Joder, me has preocupado.
- No
seas exagerado, anda.
Dom
lo miró, tan cerca de él como la tarde en la que Matt se quedó a
dormir en su cama. Estuvo a punto de decir algo, pues la forma en la
que Dom lo miraba le desconcertaba mucho, pero se abstuvo de abrir la
boca.
El
vello comenzó a erizársele en el momento en el que Dom comenzó a
acercarse más a él, peligrosamente. Apenas un milímetro les
separaba, probablemente estaba a punto de suceder lo que ambos, sin
conocer el deseo del otro, estabas esperando fervientemente. Dom
abrió la boca y...
En
ese momento, Chris entró.
Matt
y Dom se apartaron precipitadamente, y por fortuna, Chris no se dio
cuenta de lo que acababa de pasar allí, o que casi llega a pasar.
Matt
temblaba; su mundo estaba comenzando a moverse al fin. Todo comenzaba
a perder importancia ya, estaba a punto de hacer algo de lo que
probablemente se arrepentiría luego pero no le importaba, no le
producía ni una ligera preocupación, ni ese grito mudo y molesto de
su conciencia. Se sentía bien, para variar.
Dom,
por su contra, estaba enfadado. En ese momento podría romperle la
cara a Chris. Estaba a punto de hacer algo que deseaba pero para lo
que probablemente nunca más volvería a tener el valor y...cada vez
que ese pensamiento cruzaba su cabeza, las mejillas de Dom
enrojecían, y simplemente de la ira acumulada. Pero claro, Chris no
sabía nada, al fin y al cabo, y cuanto menos supiese, mejor.
-
Hola, chicos, ¿he tardado mucho?
- Oh,
no te preocupes, he sido yo, que he llegado muy temprano – sonrió
Matt, todavía con algo de rubor delator en las mejillas.
-
¿Sabéis por lo que vamos a empezar?
-
Pues... - Matt los miró a ambos, alternativamente. - He traído
todas las letras en las que he estado trabajando. A algunas ya les he
puesto música, pero solo a guitarra o a piano. Las demás no tienen
música, y creo que estaría bien si los tres trabajásemos en ellas,
siempre y cuando os gusten.
Matt
sacó una carpeta azul de dentro de la funda de la guitarra, cargada
de papeles hasta los topes, letras y partituras. Entregó una mitad a
Chris y la otra a Dom, y se quedó en el sofá, sentado con la
guitarra, tocando algún que otro acorde suelto de vez en cuando.
Trataba de no pensar, de vaciar su mente o de, simplemente,
concentrarse en otras cosas, pero le estaba costando exageradamente.
Había estado a punto de besarle. Había sentido su aliento como una
ráfaga de viento en verano, y lo había tenido tan cerca que pudo
contemplar con detalle los dibujos de sus pupilas, tan jodidamente
enrevesadas, esa mezcla de verde y azul que era imposible de definir.
Llegado a este punto había dejado hasta de tocar acordes sueltos.
Simplemente tenía la vista fija en algún punto inconcreto de la
pared del otro lado del garaje, intentando buscar algo interesante a
lo que aferrarse, mentalmente hablando.
Al
final, fue Chris quien rompió el silencio.
-
Bueno...yo creo que aquí tenemos mucho material en el que trabajar.
Matt
levantó la mirada, y Dom asintió.
Flipante, Twans, como siempre *^*
ResponderEliminarGracias, preciosa <3
Eliminarooo me encantoo y no puedo creer que por poco se besaran fue tan genial enserio , ya quiero seguir leyendo y ver que pasa con las letras , los ensayos bueno todo enserio y los dibujos son geniales muy buenos (:
ResponderEliminarPues al fin podrás seguir conociendo que es lo que pasa (: Siento haber tardado en subir D: Gracias por leer ♥
Eliminar*OOO* ¡Oh Dios mio! Chris why? T___T kjfhajkfhajf Hermoso como siempre x3 El dibujo de este Cap. me encanto! ¡A esperar el proximo! \o/
ResponderEliminar¡Chris merece ser castigado! xDDDDDD
EliminarSiento la tardanza en subir, gracias por leer <3