lunes, 24 de junio de 2002

Helena.

4.






Volví a las escaleras de la entrada al instituto con mis amigas, a fumarnos otro cigarrillo, a desestresarnos de las clases. Le vi salir con cuatro chicos más, me saludó, a lo que yo le respondí, haciendo que mis amigas me avasallaran a preguntas. Al parecer, no era la única que se volvía loca por él, si no que había levantado expectación en todo el instituto.

Aunque no las culpaba, era perfecto.
O al menos, eso me parecía a mi.

Les conté lo que me había pasado en el pasillo, ese incidente que al final me había servido de mucho, las notas en clase, el echo de que me había pedido quedar esa tarde, de que me había dado su número...me demoré demasiado dando detalles, pero ellas lo estaban disfrutando, se les notaba. No estaban celosas, tan solo se alegraban por mi, y se lo agradecía.

Sam, mi mejor amiga desde la infancia, la chica más hermosa que había visto en mi vida a mi parecer, también estaba enamorada, o al menos, pasando por el mismo proceso que yo, algo que no tenía mucho sentido. Pero ella estaba "enamorada" de uno de los amigos de Gerard.
Me dijo que se llamaba Frank, y que la habían mandado sentarse a su lado en clase, con los pupitres de dos en dos, y que no sabía que hacer, como reaccionar. Se estaba desesperando de una forma que pondría enfermo a cualquiera. Pero no la culpaba.
En fin, no era culpa suya.
Al igual que mi problema tampoco era culpa mía.

Hablamos, fumamos más de un cigarrillo; nos fuimos a casa.
Y mis nervios no hacían más que aumentar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario